martes

Todas las historias tienen un final y no es feliz quizá me equivoqué pensando en un futuro junto a ti.
Y sé que no se puede cambiar nada ya. Tengo una espina clavada que se acaba como la tinta,
no todo es tan lindo como parece. Y lo siento, sé que no soy perfecto, juro no volver nunca jamás a mirar hacia atrás
Nadie puede calmar este odio que encierro dentro, mi cuerpo está por explotar, murió y sin sentimientos.
Miento al decir que soy otro pero vivo en el abismo, no es que mi corazón esté roto, es que ya no es el mismo.
Mis ojos están secos, ya no lloran, pero quiero desahogarme de este peso que me controla.
Y quizás sea verdad, ya no sé qué creer, quizá el amor no exista
y me pregunto por qué creí en él.
Las promesas son mentiras, el silencio te escucha, el tiempo nos olvida, la vida es una continua lucha.
El paisaje cambia porque no puedo pintarlo yo; si sigo aquí es porque tengo un contrato con Dios.
Mis heridas no se sanan, pero sí se hacen más grandes.
¡Tú no me entiendes, cállate, mírame, dime que sientes!
Tú decides si quieres olvidarme o vivir con eso.
Confieso que no sigo siendo aquel aunque lo intento.
Te juro que pensé que tú podías ser mi vida
y no quiero pensar que me equivoqué como la mayoría. y sé que mereces mucho más,
Se empieza por perder la ilusión y luego la magia, después va la esperanza hasta que ya no queda nada...


y sigo pensando igual.